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miércoles, 24 de octubre de 2012

¡Historias de terror!

¡Hola a todos!

Esta vez nos encontramos para ver historias de terror.
La idea es ver unos cortos, a modo de inspiración, y luego inventar nuestra propia historia.


Algunas cosas que deberíamos tener en cuenta para que nuestro relato nos ponga los pelos de punta (1) son:
La creación del ambiente (dónde suceden los hechos, la hora del día en la que suceden, etcétera).

Los personajes (qué o quiénes te inspiran miedo, ¿cómo son en su aspecto físico y anímico? ¿cuáles son sus intenciones?).

Las acciones (¿cuál es la acción principal? ¿qué les sucede a los protagonistas? Recordá que las alternancias de Pretérito Imperfecto, Indefinido y Pluscuamperfecto nos orientan en la historia).

En ocasiones cambiar los estereotipos de personajes y espacios de terror pueden dar un buen efecto. Por ejemplo: Una clase de español a plena luz del día puede no generar miedo (¡o sí y mucho!), pero ¿qué sucedería si mi profesora de español es en realidad un zombi que quiere comernos el cerebro y para eso nos prepara enseñándonos los verbos?.

¡Espero con ansias leer esos relatos de miedo! 
¡Qué los disfruten!



El Espectro del Bosque (Adrian Borghi - Argentina)





El músico y la muerte (Lubomir Benés - Checoslovaquia)



La dama y la muerte (Gracia, Vargas, Porcel- España)


El asesino de la cuchara (Richard Gale - EEUU) 



¡Pongan los subtítulos en español!


(1) Poner los pelos de punta: Es una expresión que se utiliza para expresar que algo produce mucho miedo. La expresión indica que cuando tenemos miedo, nuestros vellos (los pelos del brazo) se erizan y se levantan, es decir se ponen de punta.